Viejas viñas entre muros, pequeños minifundios de más de 60 años de las variedades garnacha y albillo real que hunden sus raices en terrenos de granito, pizarra y cuarzo de diferentes texturas.

El pueblo de cebreros es el referente en cuanto a diversidad y cantidad de viñedos en la Sierra de Gredos, entre los cauces del Alto Alberche, los rios Becedas, Jorco y sus múltiples arroyos se asientan numerosas pequeñas viñas que dan personalidad a sus parajes, Villalba, Las Parrilas, Valverde, Llanotoledo, El Galayo, Las Loberas, La Manchera, Seroles, El Bao, La Pizarra… y un montón de nombres que configuran el término municipal de Cebreros, subiendo por las laderas de El Galayo hasta Arrebatacapas, viñas en altitud, entre 750 y 1.100 metros en la zona más al norte de la DOP Cebreros y a caballo entre la Sierra de Gredos y la de Guadarrama.

Terrenos pobres y escasa pluviometría dan un carácter único a su producción de uva, vinos frescos, ágiles, directos, de carácter frutal y con la historia a cuestas de supervivencia en terreno hostil.